A través del tiempo se ha necesitado canalizar el conocimiento de los recursos vegetales que habitan las zonas áridas y semiáridos, las cuales ocupan más de la mitad del territorio nacional, hacia estrategias de manejo y conservación. Así se ha estimado que casi 100 millones de hectáreas corresponden a las zonas áridas y semiáridas de México, en las cuales se encuentran más de diez tipos de matorrales xerófilos, así como una variedad de pastizales y vegetación holófila. Asimismo, se ha determinado que las zonas áridas y semiáridas del país con sitios de origen, desarrollo y diversificación de un gran número de plantas, lo cual se refleja en la riqueza de especies y en la alta tasa de endemismo. También se ve reflejado en la diversidad de formas de vida y patrones de diversificación de grupos taxonómicos que se originaron en otras regiones y que alcanzan los máximos niveles de diversidad, abundancia e importancia biológica y el deterioro y fragilidad de estas regiones, resultó indispensable iniciar actividades de conservación ex situ del germoplasma de estas zonas, iniciando en el Valle de Tehuacán-Cuicatlán y prosiguiendo en otras regiones áridas y semiáridas de México. |