Uno de los problemas ambientales más severos es la pérdida de la diversidad biológica. Cientos de especies de vertebrados se han extinguido en las últimas décadas y miles más se encuentran en peligro de extinción (Hilton-Taylor, 2000). El problema es más severo si consideramos la extinción de poblaciones, como recientemente hemos demostrado con mamíferos de diferentes regiones del mundo (Ceballos y Ehrlich, 2002).
Los mamíferos son un grupo de vertebrados que juegan un papel fundamental para mantener la estructura y función de los ecosistemas. Sin embargo, se encuentran entre los grupos de vertebrados más amenazados (Ceballos y Brown, 1995; Hilton - Taylor, 2000).
En este sentido, una preocupación genuina de científicos y conservacionistas es disminuir las tasas de extinción, en un contexto de escasa información precisa sobre las especies amenazadas y su distribución geográfica, y de la escasez generalizada de recursos económicos y humanos.
Ante la urgencia del problema, en la última década ha cobrado auge una tendencia para determinar a las especies prioritarias para la conservación por un lado, y determinar, por el otro, los sitios prioritarios para la conservación de las especies prioritarias a través de métodos que maximicen el número de especies representadas en el menor número de áreas protegidas (e.g. Caldecott et al., 1996; Dobson et al., 1997: Pressey et al., 1993). La lógica de estos métodos radica en la idea de que se logrará una mayor efectividad en el uso de recursos limitados si se destinan a las áreas que tienen las mayores concentraciones de especies en general, o de los grupos de especies más amenazados.
La priorización de áreas para la conservación a través de estos métodos puede ser particularmente útil para diseñar estrategias de conservación adecuadas en países Megadiversos en desarrollo como México, Brasil e Indonesia. México es un país que esta avanzando en el desarrollo de estrategias de conservación con bases sólidas en métodos. Por ejemplo, hemos desarrollado análisis de priorización de especies y áreas para la conservación para los mamíferos (Ceballos et al., 1998; Ceballos, 1999). Los resultados indican que este tipo de estudios puede ser de mucha utilidad y son un importante avance en conservación, ya que han permitido determinar las reservas más importantes, las áreas que deben decretarse como reservas para tener el completo el complemento de especies y los grupos de especies más vulnerables a la extinción, que incluyen a las especies ya clasificadas como en peligro de extinción y a las endémicas y no endémicas de distribución restringida.
El objetivo de esta propuesta es terminar de desarrollar una base de datos con la distribución de 4,600 especies de mamíferos del mundo. Es importante enfatizar que esta será la primera base disponible sobre un grupo completo de vertebrados o plantas vasculares a nivel mundial. Actualmente contamos con la revisión bibliográfica, la lista actualizada de especies de todos los continentes, con excepción de Rusia y regiones aledañas, y los mapas de distribución de Europa y Australia. Esta fase del proyecto ha llevado tres años. El apoyo solicitado a la CONABIO permitirá terminar de recabar la información faltante y terminar el proyecto en un periodo extremadamente corto. |