La primera consecuencia que generaron las actividades agrícolas, pecuarias y forestales en el norte de Tamaulipas fue la transformación del paisaje o hábitat natural; esto se debe por un lado a que la agricultura realiza la remoción obligatoria de la cubierta vegetal y por el otro, la ganadería y la actividad forestal realizan prácticas que implican el desplazamiento de la vegetación original. La consecuencia más evidente e importante de la remoción de la cubierta vegetal y de la transformación del ciclo hidrológico es la pérdida del suelo, cuando se realizan actividades inapropiadas, como los desmontes masivos y la denudación total de la superficie agrícola en la época seca. En los procesos erosivos intervienen no sólo el movimiento del agua, sino otros factores como el viento y la lluvia. Aunado a esto, las actividades de la industria petrolera han producido impactos negativos en materia ambiental, debido a la exploración y extracción de hidrocarburos en la zona. Con el objetivo de estabilizar el ecosistema para conservar y manejar los recursos naturales, incrementar la producción agropecuaria, mejorar la condición familiar y elevar el nivel de vida de las comunidades rurales s propone realizar algunas medidas de restauración ecológica en una superficie de 35, 000 hectáreas, a través de cercos vivos, represas filtrantes, bancos de proteína, introducción de especies forrajeras, abrevaderos y subsoleo en pastas agropecuarias, así como la impartición de tres talleres de capacitación a los productores.
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