Este trabajo consta de tres capítulos contenidos en aprox. 370 páginas impresas. El primero trata sobre el grupo de los cladóceros; contiene información general acerca de la morfología, biología, ecología y distribución del grupo en las aguas continentales de México, así como una lista de las 110 especies reconocidas como válidas en el país.La parte central de este capítulo consiste en una clave de identificación para las familias, géneros y todas las especies presentes en el territorio nacional. Muchas de ellas, por supuesto, forman parte de la fauna de otras regiones del continente. Las claves están relacionadas con ilustraciones (de línea, fotografias digitales y de microscopía electrónica de barrido) de todas las especies; en ellas se destacan los caracteres que tienen mayor relevancia taxonómica en cada caso. Además, para cada especie se muestran las localidades en las que ha sido encontrada. Estas localidades son las que forman parte de los registros georreferenciados en las bases de datos de CONABIO. Se complementa este capítulo con una lista de referencias bibliográficas de los trabajos asociados con la fauna mexicana.En el segundo capítulo se aborda el grupo de los copépodos (Copepoda). En este caso se incluye también una sección descriptiva con temas acerca de su importancia, su morfología y ecología y sobre la complejidad taxonómica de este grupo de microcrustáceos. Las más de 100 especies incluidas son el resultado de un proceso de discriminación y selección en el que se eliminaron los registros dudosos o taxonómicamente inválidos. Las claves a distintos niveles (orden, familia, subfamilia, género, especie) están ilustradas por más de 450 dibujos y fotografias de estructuras taxonómicas útiles para identificar a estas especies. Al igual que en el capítulo de Cladocera, se presentan las localidades georreferenciadas y una completa relación de los trabajos y antecedentes relevantes en el estudio de la fauna de copépodos dulceacuícolas de México.El tercer capítulo resume toda esta información para tratar de presentar un panorama del estado actual del conocimiento de ambos grupos en el país. Se presentan modelos que permiten visualizar patrones de distribución generales para estos grupos, algo que resulta muy interesante debido a la situación biogeográfica de México. En este mismo capítulo se valora la contribución potencial de las técnicas genéticas de barcodes para sistematizar el conocimiento de la biodiversidad de las distintas regiones del país. |