La extensión de manglares en el estado de Yucatán es de 80,528 ha. lo que representa el 12% del total del país y ocupa el 2º lugar en extensión de este ecosistema en México. Durante la última década esta extensión ha disminuido en promedio para la Península de Yucatán en 2.5%, casi paralelo al reportado a nivel nacional. Las causas de esta disminución incluyen: agricultura, acuacultura, desarrollo urbano y turístico, así como obras de infraestructura para vías de comunicación. Con este proyecto se realizaron actividades en zonas de manglar muerto en Celestún (Reserva de la Biosfera Ría Celestún) y Puerto Progreso (zona de actividad portuaria). Ambos se vieron afectados por la construcción de carreteras que limitaron el flujo hídrico, provocando una hipersalinización en el cuerpo de agua, generando así la muerte del manglar. En Progreso además se había obstruido el flujo por el depósito de sedimentos del dragado del puerto Yucalpetén. Con el proyecto se buscó restablecer las condiciones hídricas de los manglares, mediante la construcción de canales y manantiales. Se implementó la técnica de "centros de dispersión" como método experimental para la reforestación. Los canales fueron efectivos para reducir la salinidad del agua, permitiendo una regeneración natural de la vegetación. Las obras de canalización han recibido manutención recientemente y la rehabilitación del manglar es exitosa en Celestún, donde la vegetación de manglar ya cuenta con metros de altura y cobertura muy significativa, sin embargo en Progreso aún no se logra superar las condiciones de hipersalinidad y los pocos mangles que se ha establecido son de talla pequeña y muestran signos de estrés. |