Recientemente Hebert et al. (2003), propuso que un fragmento de un gen estandarizado, constituido por aproximadamente 640 pares de bases del DNA mitocondrial, y codifica para la citocromo C oxidasa de la cadena respiratoria, es distinto y único en cada especie animal de nuestro planeta (llamado COI o más coloquialmente códigos de barras, barcodes en inglés), por lo que puede utilizarse como un marcador universal para el reconocimiento de las especies.
A partir de esta propuesta se ensambló el proyecto iBOL (International Barcode Of Life, por sus siglas en inglés), el cual es una excelente oportunidad para apresurar el entendimiento de la biodiversidad a nivel mundial. Considerando el acelerado deterioro de los ecosistemas y la cantidad de especies que se encuentran en peligro de extinción, la necesidad de conocer a las especies y su descripción representa una tarea prioritaria, antes de que desaparezcan. Además, la posibilidad de conocer estas especies facilita la labor de conservación y puede permitir que se desarrollen instrumentos valiosos de decisión entre el público en general, administradores de la gestión ambiental y agencias gubernamentales, cuyas responsabilidades involucran el monitoreo de plagas, especies invasivas, seguridad alimentaria y otros aspectos relacionados.
En el caso de México, surge MEXBOL, el cual a su vez se integra dentro de la iniciativa internacional (iBOL) a la que se han amalgamado la Comunidad Europea, Estados Unidos, Canadá, China, Australia y muchos otros países. La participación de México es vital, debido a su megabiodiversidad, su desarrollo en taxonomía y sistemática, y por la importancia de poder realizar una caracterización más específica de la biodiversidad que en nuestro país existe. Como parte de este proyecto, ya se tiene en funcionamiento la campaña para realizar los códigos de barras de los peces del mundo (FISH BOL, www.fishbol.org), en el cual Martha Valdez, Lourdes Vásquez ya se encuentran involucradas. De hecho Martha Valdez es Vice-chair para Centroamérica de esta campaña.Los grupos participantes deberán de recibir la tercera parte del apoyo financiero (50 millones USD en los 5 años del proyecto) para actividades de colecta y curatoriales de los ejemplares de respaldo, que se generarán en la ejecución del proyecto. Este proyecto es entonces para México una oportunidad de dar un paso importante en la complementación de sus inventarios bióticos, además de proporcionar un valor agregado a las colecciones biológicas que actualmente se tienen, al generar los códigos de barras de las especies que en ellas se encuentran. Este proyecto identificará las colecciones científicas más importantes y activas de México para reforzar su acervo y condiciones de mantenimiento.Afortunadamente, en el caso de México, Manuel Elías Gutiérrez y Martha Valdez Moreno se integraron en el proyecto iBOL desde su concepción inicial en el año 2005, y ya cuentan con avances, pues se han realizado las secuencias de unos 2000 ejemplares de peces (incluyendo etapas larvales y adultos) y 500 de microinvertabrados, lo cual representa 170 especies de peces y 100 del zooplancton en diversos sistemas acuáticos a lo largo y ancho del país. De hecho, ya realizaron la primera descripción de una nueva especie de cladócero, con base a nuevos estándares que incluyen la secuencia del CO1 y una descripción morfológica detallada (Elías-Gutiérrez & Valdez-Moreno 2008).Este proyecto se enmarca en el contexto de la iniciativa mexicana para los códigos de barras. |