La laguna de Tampamachoco forma parte de los manglares del Río Tuxpan, pertenece a la Región Terrestre Prioritaria 103 (Laguna de Tamiahua) y al sitio Ramsar 1602 (Manglares y Humedales de Tuxpan). Entre las especies de manglar, las más abundantes son Avicennia germinans y Rhizophora mangle. Se presentan zonas con mortalidad total o parcial de cobertura arbórea en alrededor de 30 ha dentro de la Reserva Ecológica del Complejo Termoeléctrico Adolfo López Mateos, que en total abarca 155 ha. Esta situación la atribuimos a la interrupción del flujo de agua de sur a norte y de norte a sur provocada por la construcción de tres terraplenes orientados de este a oeste. Al presente, se registra 100% de mortalidad en un área aproximada de 20 ha, pero nuestros datos de seguimiento indican que el área afectada aún se está extendiendo y actualmente abarca alrededor de 10 ha más. También hemos observado que a la muerte de los mangles sigue el colapso del substrato por la descomposición del sistema radicular y que la salinidad del substrato alcanza hasta 120 ups o partes por mil, rebasando con mucho la capacidad de sobrevivencia de cualquier especie vegetal. La primera fase de este proyecto se presentó en 2009 a la convocatoria para presentar propuestas para la rehabilitación o restauración de las funciones ecológicas de los humedales de México de la CONABIO y el proyecto fue aprobado para el periodo 2010 - 2013. El principal objetivo de este proyecto fue entender la dinámica del sistema deteriorado e iniciar la rehabilitación hidráulica para ayudar a la recuperación del área muerta y detener el deterioro crónico del manglar. Se llevaron a cabo diferentes acciones para establecer la línea base de las condiciones ambientales y conocer las causas de la mortandad masiva. Nuestra hipótesis sobre la interrupción del flujo superficial del agua por la presencia de los terraplenes resultó cierta, como lo demostraban los patrones de distribución de salinidad establecidos a partir de una red de 70 piezómetros emplazados en 400 ha. Desde 2011 se ha dado seguimiento mensual a la salinidad, potencial redox, pH y temperatura del agua intersticial y de superficie en 70 puntos fijos asociados a 12 transectos perpendiculares a la barra arenosa que cubren un área total de 300 ha. Asimismo, se establecieron 10 parcelas de 10m x 10m para el seguimiento de la estructura y productividad de los manglares en áreas de transición como conservadas. En junio de 2012 abrimos con un trascabo 16 canales transversales a los terraplenes, restableciendo el intercambio de agua superficial y subsuperficial y hemos documentado que la salinidad en el agua intersticial está descendiendo lentamente en las partes más afectadas. Como los terraplenes están limitando el libre tránsito de los propágulos de mangle durante la época de dispersión, ampliamos el ancho de los canales a 3m, el doble del ancho anterior. La ampliación de los canales se realizó con una máquina de orugas del 9 al 14 de marzo de 2014. Con esto hemos realizado ya el ajuste y rediseño correspondiente de estos canales, ya que algunos estaban azolvados o han sido rellenados por personal de mantenimiento de CFE. También se han excavado vados para que las camionetas de CFE puedan pasar sin necesidad de rellenarlos, pero es necesario vigilar el buen funcionamiento de los canales para que cumplan su función adecuadamente, lo que sólo será posible con seguimiento a largo plazo. La presente propuesta de extensión de este proyecto tiene como objetivo principal continuar el seguimiento de la restauración hidráulica, monitorear el lavado del suelo que hemos inducido después de la apertura de canales, y detectar las condiciones apropiadas para el establecimiento exitoso de plántulas. Proponemos también realizar el monitoreo de la fauna y de otros indicadores biológicos durante el proceso de sucesión, así como el registro fenológico y fisonómico de la recuperación de los manglares con la ayuda de fotografías hemisféricas. Parte de estas modificaciones (entre otras) al proyecto previo responden positivamente a las sugerencias y recomendaciones realizadas por la CONABIO en el oficio DTEP/2441/13 del 11 de diciembre de 2013.