Los pólipos coralinos son en esencia anémonas coloniales, con la particularidad que producen un esqueleto externo compuesto principalmente de aragonita (forma cristalina fibrosa de carbonato de calcio); la calcita (forma cristalina común del carbonato de calcio) está ausente (Goreau, y Goreau, 1959). Entre ellos los corales escleractinios, revisten particular importancia, ya que son los constructores de las construcciones bióticas marinas más importantes del mundo: los arrecifes coralinos. México es un país privilegiado que posee ecosistemas coralinos tanto en la costa Atlántica como en la del Pacífico. Los beneficios económicos para el país que se han obtenido de estas formaciones son muy importantes por la intensa dinámica desarrollada en diferentes actividades que van desde la protección contra la erosión costera, la explotación de sus recursos naturales, hasta la extracción de energéticos y que durante muchas décadas han sido expuestos a factores de tensión que podrían implicar impactos severos en los ecosistemas de las diferentes regiones del país.