Aunque México es considerado como un país de alta diversidad florística, todavía no se conoce con precisión a cuánto asciende esta riqueza. Estimaciones recientes consideran que la flora de México incluye entre 18,000 y 30,000 especies (Dirzo y Gómez 1996, Rzedowski 1991, Villaseñor 2003, Espejo-Serna et al. 2004); pero tales estimaciones son solamente cifras, pues hasta la fecha la única lista que documenta con nombres la riqueza florística de México es el esfuerzo de la CONABIO, donde se reportan unas 22,232 especies (Llorente-Bousquets y Ocegueda, 2008).
Rzedowski (1978) discute que además de la notable riqueza florística de México, la diversidad de formas de crecimiento (biotipos) que presenta esta riqueza es igualmente sorprendente. Pero es también desafortunado observar que aunque el estudio de la flora de México cuenta con un acervo bibliográfico extremadamente rico, poco se ha avanzado en documentar la distribución de la riqueza florística por sus formas de crecimiento. Los árboles constituyen, por ejemplo, el biotipo más conspicuo y, fisonómicamente hablando, el más importante, pues por lo general domina en muchas comunidades vegetales tanto por su densidad como por su biomasa (Villaseñor e Ibarra 1998). Hasta la fecha tampoco se tiene una lista que presente la diversidad taxonómica de árboles en la flora de México, aunque este conjunto representa cerca del 20% de toda la diversidad vegetal.
La única obra que documenta la riqueza de especies arbóreas de México fue hecha hace ya casi un siglo (Standley 1920-1926) y aunque sigue siendo una referencia obligada, especialmente cuando de identificación se trata, es una obra con un notable rezago con respecto al conocimiento actualizado desde entonces. Por ejemplo, Standley (1920-1926) incluye poco menos de 6,000 especies de árboles y arbustos; sin embargo, en la actualidad se conocen más de 8,000 especies con ambas formas de crecimiento, lo que ha incrementado en más de 30% el número de especies, sin contar además los profundos cambios taxonómicos que han sufrido las especies, tanto en su circunscripción como en su nomenclatura.
|