Las cicadáceas son grupos primitivos de plantas con semilla, que de acuerdo con la evidencia fósil han cambiado poco desde hace 50 o 60 millones de años (Giddy, 1974). Las constantes modificaciones del hábitat original y la depredación directa, por parte del hombre, han provocado que estas sean consideradas un grupo en peligro de extinción (Vovides et. al 1983).
Actualmente la distribución de las cicadáceas se localiza en estrechas zonas tropicales y templadas del planeta, siendo México un centro de diversidad para el Neotrópico (Vovides & Iglesias, 1993).
En México las cicadáceas están representadas sólo por la familia Zamiaceae, en donde se ubican 3 géneros y aprox. 35 especies. Estas se distribuyen en localidades restringidas de los estados de Chihuahua, Sonora, Durango, Jalisco, Colima; Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Chipas, Veracruz, y la península de Yucatán.
Considerando lo anterior y de acuerdo a la revisión realizada en este trabajo, se hace necesaria una recopilación de la mayor información posible en relación a este género de plantas absolutamente sui generis, de manera que exista en México un punto de partida integral para su estudio.
La conservación de los ecosistemas sufre de la falta de comunicación de los académicos con el público no académico, que controla el proceso de desarrollo. Las nuevas tecnologías de comunicación electrónicas prometen una mayor facilidad de educación a todo público. Es evidente la fuerza de la televisión, pero por su naturaleza es muy difícil depender de ella para todos los niveles de educación. Las nuevas tecnologías de integrar imágenes, video y sonido, conocidas como multimedios, en instrumentos didácticos son prometedoras, pero su posibilidad para la educación en conservación ecológica no ha sido explotada.
El proyecto piloto aquí propuesto involucrará estas nuevas tecnologías para preparar un prototipo de sistema interactivo de comunicación multimedios de información botánica.
En este sentido, es necesario resaltar la utilidad de las video-floras (Gómez-Pompa y Neling, 1988; Gómez -Pompa y Campos, 1989: Gómez Pompa y Plummer, 1990 y Gómez-Pompa y Ogata, 1993). Estas consisten en una base de datos por medio de imágenes especímenes de herbario, dibujos, fotografías in situ, etc.) sistemas computacionales (Dalwitz y Paine, 1988; Panhurst, 1988) e información bibliográfica. la información es almacenada en un disco CD-ROM y mediante sistemas computacionales, se realiza un proceso interactivo en donde se puede tener acceso a la información desde distintas perspectivas, (divulgación, investigación, consulta, etc.).
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