Una consideración fundamental en la conservación y administración de los recursos naturales es el conocimiento de su ubicación en el espacio, topología y el medio físico que los rodea. Tradicionalmente este conocimiento se ha plasmado en mapas. Sin embargo, la información contenida en los mapas tradicionales es limitada, difícil de analizar y actualizar.
Recientemente, la tecnología de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) ha permitido convertir los mapas a forma digital. Esto ha generado una revolución en el contenido, almacenamiento, análisis y presentación de información geográfica. Los mapas digitales pueden presentar mayor cantidad de información y ser actualizados rápidamente. Las mapotecas digitales son compactas y menos susceptibles al deterioro. Finalmente y más importante, la información contenida en los mapas puede ser analizada y presentada en nuevas y creativas formas que antes no eran posibles.
La rápida proliferación de los SIG en años recientes en México está propiciando la generación de diversas bases de datos geográficas. Sin embargo, en este proceso se está cayendo en duplicidades, falta de estándares para asegurar la compatibilidad de la información y fragmentación de la misma. En la medida en que se integren bases de datos de cobertura nacional con los mismos estándares y con la mayor cantidad posible de capas de información, se estará contribuyendo a solventar los mencionados problemas.
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