La biodiversidad asociada a la agricultura, constituye un recurso fundamental para la seguridad alimentaria y el desarrollo socioeconómico, por lo que resulta indispensable conocer los recursos y su estado actual, su uso, manejo y estado de conservación, lo que permitirá establecer las acciones necesarias para su permanencia y conservación ante los cambios ambientales y socioeconómicos actuales, entre los que se encuentran el cambio climático, el cambio de uso del suelo, la urbanización, la contaminación, la introducción de especies exóticas invasoras y el desplazamiento de especies silvestres por la introducción de variedades comerciales.
La agrobiodiversidad o diversidad agrícola incluye a las especies de plantas y animales, cultivadas y domesticadas para la alimentación y otros usos, y sus parientes silvestres (Conabio, 2017).
Los agaves son un recurso forestal no maderable importante para la agrobiodiversidad, su uso en la alimentación, obtención de fibras, bebidas (fermentadas y destiladas), material de construcción, combustible, y en actividades de restauración de suelos data de hace 9, 000 años y se conserva hasta la actualidad, siendo uno de los elementos de la biodiversidad de gran importancia para la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible.
El género Agave (sensu stricto) es endémico de América, su área de distribución abarca desde el sur de los Estados Unidos de América (con dos especies disyuntas en Florida) hasta el norte de Sudamérica, incluyendo las islas del Caribe (García-Mendoza, 2002). El género comprende cerca de 210 especies, 159 se distribuyen en México, cifra que representa el 75% del total, 129 son endémicas del territorio mexicano, lo que equivale al 61% de las especies del mundo y 81% de las que crecen en México (García-Mendoza et al., 2019).
El aprovechamiento de las especies silvestres de Agave con fines de autoconsumo o comerciales realizado a través de la libre apropiación, es una práctica tradicional y fuente de ingreso complementaria para los habitantes de las áreas donde se distribuyen de manera natural.
Los agaves se encuentran entre las especies definidas por CONABIO y CONAFOR como prioritarias para la reforestación en México (FAO, 2012). En el Informe intitulado Situación de los Recursos Genéticos Forestales en México 2012, se incluyen Agave angustifolia, A. atrovirens y A. lechuguilla por su importancia ecológica, económica y social. Entre las especies presentes en las Unidades Productoras de Germoplasma Forestal registradas por la CONAFOR se encuentran Agave atrovirens, A. salmiana, y A. angustifolia; y, las especies de Agave catalogadas como forestales de importancia para la seguridad alimentaria y para la reducción de la pobreza son A. lechuguilla, A. atrovirens y A. cupreata.
Agave, usos, cultivares, variedades, Oaxaca, Puebla, Guerrero |